Ser ovolácteo-vegetariano
es una forma de vida (no consumo de carnes de ningún tipo), sólo frutas,
verduras, semillas, incluyendo huevo y productos lácteos.
Sus ventajas son: una
buena salud, un peso adecuado; por ser una alimentación rica en fibras,
favorece la evacuación intestinal, y ello predispone a una mejor absorción de proteínas,
vitaminas y minerales. Cada vez más la Organización Mundial de la Salud
considera que es mucho más sano aumentar el consumo de frutas, verduras,
cereales y legumbres, que no sólo proporcionan hidratos de carbono complejos y
fibras, sino antioxidantes, como el betacaroteno, la vitamina C, la vitamina E.
Las fuentes de proteína
para el ovolácteo-vegetariano, provienen del huevo, el yogurt, el queso fresco,
la soya, cereales, como el amaranto y la quinoa, las semillas de girasol,
almendra, nuez, cacahuate.
La alimentación
ovolácteo-vegetariana es rica en antioxidantes, así, por ejemplo, la coliflor, el brócoli, el repollo, la col
de bruselas contienen una sustancia llamada indol-3-carbinol, que puede regular
el metabolismo de los estrógenos, y que tiene propiedades antioxidantes,
anticancerígenos y anti-aterogénicos.
Dicha sustancia ayuda a estimular las enzimas desintoxicantes de nuestro
cuerpo, inhibiendo la oxidación de la lipoproteína de baja densidad.
La manzana es uno
de los frutos más ricos en nutrientes, es un fuerte antioxidante por su alto
contenido de vitamina “C”, vitamina “A”, vitamina “B1”, “B2”, “B6”,
flavonoides que reducen los riesgos
cardiovasculares. La cáscara de la
manzana contiene fibra que ayuda en problemas de estreñimiento, fortalece las
encías y limpia los dientes. Contiene
una sustancia denominada pectina, que al igual que la avena cruda, disminuye
los niveles del colesterol malo. Las
propiedades alcalinas de la manzana neutralizan la acidez, lo que auxilia en
problemas de gastritis, colitis.
De gran ayuda es la ingesta de nopal, que es rico en
fibra, vitaminas “A”, “B”, “B2”, “C”, “E”, clorofila, minerales (calcio,
magnesio, sodio, potasio, hierro, aminoácidos para eliminar toxinas). Estabiliza los niveles de glucosa en la
sangre (hipoglucemiante); benéfico en problemas de colesterol alto al
metabolizar grasas.
Por otra parte, hoy
existe una tendencia mundial a
consumir productos orgánicos (respetar los ecosistemas, utilizando abonos naturales, como la composta, para
propiciar el aumento de humus o materia orgánica de la tierra en que se
cultivan, para beneficio de la salud, al no utilizar pesticidas químicos.
En nuestra dieta debe
existir un correcto equilibrio de carbohidratos, proteínas, vegetales, fibra y
grasas, estas últimas se recomiendan monoinsaturadas (se encuentra en el aceite
de oliva, aguacate), porque el colesterol bueno (LDL) es necesario para
realizar algunas funciones del cuerpo, como son la producción de hormonas y la
reproducción.
No olvidemos tampoco
incluir en nuestra dieta diaria fibra que podemos obtener de las verduras,
frutas y granos integrales. Una ingesta
de 25 gramos de fibra mantendrá nuestros intestinos en buen funcionamiento lo
que redundará en buena salud.
Comer saludable no cuesta mas, inclusive cuesta
menos porque los mejores nutrientes la naturaleza nos los brinda en cada
diferente estación y época del año. ¡Coma
bien, siéntase bien!
Lic. Amparo Verdugo Palacios
Tels: 207-0701; 207-0702;
217-3438