GEOTERAPIA


         El uso del barro (arcilla) con propósitos terapéuticos es conocido por el hombre desde los tiempos inmemorables, quienes lo aplicaban sobre golpes, problemas febriles, picaduras y otros usos.  Nuestro cuerpo está formado, entre otros, por elementos del suelo.

         La tierra tiene electricidad y magnetismo, que influye sobre el sistema nervioso y circulatorio, por ello se recomienda estar en contacto directo con la tierra. 

         El barro tiene propiedades antisépticas, antibacteriales, desinflamatorias, y usado como cataplasmas en determinadas partes del cuerpo, auxilia a restablecer el equilibrio energético.  Se recomienda su aplicación al área del bajo vientre (para sacar el exceso de calor de los órganos internos) en el área lumbar (para descongestionar los riñones) en la cabeza para fortalecer el sistema nervioso.

         También es muy saludable caminar descalzo en la tierra húmeda o en el pasto antes de la salida del sol, para tomar la energía electromagnética de la tierra, y dar al mismo tiempo un masaje a las terminaciones nerviosas de la planta del pie.  También es utilizado en mascarillas para sacar impurezas del rostro.

La geoterapia, al igual que otras terapéuticas de medicina, provoca reacciones térmicas que auxilian en problemas digestivos, inflamatorios, febriles, incluso en heridas, por sus cualidades curativas.

En la actualidad los spas ofrecen además los baños en barro de cuerpo completo, si el barro se revuelve con manzanilla, romero, árnica, cola de caballo y otras hierbas, su resultado es mucho mejor; porque además de sacar toxinas, este tipo de baños son relajantes, tonificantes.  También es usado el baño de barro con envoltura para provocar reacciones térmicas, que nos ayudan a equilibrar la temperatura del cuerpo, pero además a embellecer la piel. 

Es también frecuente el uso de mascarillas de barro para extraer impurezas de la piel, aplicando posteriormente cremas hidratantes o productos naturales, tales como el aceite de oliva, yogurt para embellecer nuestro rostro.

La tierra debe estar limpia y fina, siendo mucho más benéfica la arcilla, que puede ser roja, negra o gris.  En nuestro país es muy bueno el barro extraído de Tlaquepaque, Jalisco, porque además de ser puro, es rico en minerales que nutren nuestra piel.  Si no fuera posible conseguir esa clase de barro, también nos es útil cualquier “tierra virgen” (no contaminada) proveniente de huertos, libres de fertilizantes, sin piedras, y que se extraiga por lo menos a un metro de profundidad.

El barro o arcilla se mezcla con agua suficiente para formar una pasta espesa, que pueda ser manejable.  Si al agua se le añade manzanilla sus efectos benéficos se potencializarán.

Para preparar una cataplasma de barro se coloca un lienzo de algodón o periódico, y sobre el mismo se extiende el barro en dos centímetros de espesor, y se aplica directamente sobre la piel del cuerpo, ya sea sobre el vientre, para buscar desinflamar y equilibrar el calor térmico de los órganos internos; cuando lo aplicamos sobre riñones se genera un proceso de depuración, que ayuda a trabajar mejor nuestro organismo. 

El barro debe colocarse a temperatura fría, para hacer reaccionar y sacar el exceso de calor del cuerpo.  Cuando lo aplicamos directamente sobre un órgano o una parte específica el tiempo que tarda más o menos en secarse es de dos a cuatro horas.  Si hay una reacción de picazón, urticaria, ello significa que nuestro organismo está eliminando sustancias tóxicas.

También lo podemos aplicar en ojos, pero no directamente, sino primero colocar klinex o papel sanitario, después papa rayada, y finalmente el barro, con efectos de descanso de la vista y desinflamación de ojos.

Aplicar el barro sobre la columna, al igual que sobre la cabeza, nos ayuda fortalecer el sistema nervioso.

No hay que olvidar que nuestro alimento proviene de la tierra, que tiene minerales, los cuales primero son absorbidos por las plantas, semillas o frutos que el suelo produce, y que después ingerimos.  Somos parte de la tierra que nos proporciona sus nutrientes y que se vitaliza día a día por el Astro Rey, de ahí la necesidad de tener cuidado para no contaminarla, para protegerla y respetarla, porque ella es un instrumento mas de la naturaleza al servicio del hombre.

          

Amparo Verdugo Palacios

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