El Arándano es un fruto denominado “fruto del bosque o berries”, de color oscuro azulado o rojizo, originario de Asia y Europa, que es cosechado en Argentina, Canadá, Estados Unidos. Es de forma redonda, del tamaño de una aceituna, muy aromático, jugoso y con un sabor agridulce.
Esta fruta
contiene un alto porcentaje de antioxidantes (carotenoides), que fortalece el
sistema inmunológico, y por lo tanto es altamente recomendable en problemas
crónico-degenetarivos.
Además de su agradable
sabor posee propiedades nutricionales, tales como la vitamina C que permite la
absorción de hierro en el organismo, por lo que se recomienda en problemas de
anemia, en estados de embarazo o post embarazo.
También el
arándano contiene antocianos, que es una sustancia que neutraliza los radicales
libres, y por lo mismo altamente antioxidante.
La ingesta de
arándanos es recomendada en problemas infecciosos, por su alto poder
antibiótico, antibacterial, siendo excelente para combatir problemas en las vías
urinarias (cistitis).
De sus propiedades más importantes podemos
señalar que es rico en fibras y vitaminas; es antiinflamatorio, mejora la
circulación periferia, y por lo mismo la memoria. Por su alto poder antioxidante retarda el
envejecimiento de las células.
El arándano por
su rico contenido en fibras ayuda a mejorar el movimiento peristáltico de los
intestinos, mejorando los problemas de estreñimiento.
Tiene pocas
calorías, no grasas, ayuda a prevenir problemas cardiovasculares, y
arteriosclerosis, que es una enfermedad vascular periférica, ayuda a mejorar la
circulación (inflamación de piernas, venas varicosas). Auxilia a mejorar la visión, es excelente en
problemas de cataratas.
En cuestiones de
belleza también se ha estado utilizando, porque por sus propiedades ayuda a
fortalecer el colágeno.
La mejor época
para consumirlos es de junio hasta diciembre, y es mejor comerlos naturalmente,
y en jugos.
La manera
tradicional de ingerirlos es en mermeladas, pero también puede ser un
ingrediente en el arte culinario, tanto para postres, como para guisos y
ensaladas.
Una receta fácil
donde pueden utilizarse arándanos frescos es el de una tarta, que lleva:
250 gramos de
harina integral
125 gramos de
mantequilla
15 gramos de
azúcar
2 gramos de sal
2 vasos de agua
250 gramos de
queso crema o philadelphia
100 gramos de
azúcar
3 huevos
200 mililitros de
nata líquida o crema
100 gramos de
arándanos frescos
Esta tarta se
prepara así: La harina se pone en un recipiente en forma de volcán, se le
agrega la mantequilla, los 15 gramos de azúcar, los 2 gramos de sal, los dos
vasos de agua. Se amasa con la punta de los dedos y se forma una
bola, que se envuelve en una tela de cocina, dejándose reposar dos horas. Se engrasa un molde desmontable que es forrado
con la masa.
Aparte se baten
el queso, los huevos y el azúcar para formar una masa homogénea. Por separado se bate la nata o crema, que
después se incorpora a la preparación anterior.
A esa mezcla se le agregan los arándanos frescos, y finalmente se añade
toda la mezcla al molde forrado y se hornea de 25 a 30 minutos a una
temperatura de 180º, y buen apetito.
AMPARO VERDUGO PALACIOS
217-3438