¿PORQUÉ NECESITAMOS CAMBIAR?


Desde que el ser humano apareció en el planeta, comenzó para la humanidad un proceso de evolución, que lo llevará algún día a alcanzar su plenitud y felicidad, porque ese es su destino.
El universo entero nos habla de los cambios constantes y de las transformaciones que sufren las galaxias, los sistemas, los planetas, y el hombre como parte integrante de ese universo, también ha sufrido cambios, desde físicos, culturales, psicológicos, por ello es fundamental una educación que le permita una transformación real, que lo haga cada vez mejor persona.
A lo largo de la historia el ser humano ha creado escuelas convencionales especializadas en una cultura general, que le enseñan desde aprender a leer, escribir, hasta el conocimiento de las artes, oficios y profesiones; sin embargo, esas escuelas no le enseñan ni lo educan en el arte de saber vivir plenamente y en armonía, de tener buenas relaciones con los demás, de desarrollar las virtudes, de aprender hábitos alimenticios saludables, que lo enseñen a cuidarse él, a respetar a los animales, a cuidar su medio ambiente, que complementen la educación convencional y pueda lograr una transformación real en su proceso de evolución.
Por ello son necesarias las escuelas de sabiduría o de iniciación que brindan a las personas herramientas para ese desarrollo y transformación real, en las que aprendamos a ser más conscientes de nuestras potencialidades, del trabajo interior que necesitamos realizar para alcanzar una un desarrollo integral como  seres humanos. Por eso, en esta nueva edad de la tierra, necesitamos una reeducación en valores, es urgente para que podamos lograr una mejor sociedad, el conocer esas herramientas, para que el ser humano conserve su salud, aprendiendo a tener una sana alimentación, eliminando de su dieta todos aquellos productos chatarra, sin nutrientes, artificiales, que aunque sabrosos al paladar, lo enferman cada vez más.
Sabemos que la alimentación es un factor importante para tener salud. Si aquella fuera la adecuada, entonces no existirían tantas enfermedades, como la diabetes, cánceres (cérvico-uterino, mamario, de cólon, de próstata, de pulmón), enfermedades cardiovasculares (infartos, arterosclerosis, trombosis, mala circulación), artritis reumatoide, etc., etc., las cuales en gran medida provocan una muerte prematura, pero a las que nos hemos ido acostumbrando a verlas como “naturales” en nuestras vidas. De ahí surge la necesidad de saber qué alimentos son los que nos proporcionan los requerimientos nutricionales (aminoácidos, minerales, vitaminas, fibra, agua suficiente) que necesitamos para estar sanos.
Cada vez la ciencia médica señala que una alimentación sana tiene que ver con el consumo de frutas, verduras, cereales, lácteos, y eliminar de nuestra dieta todos aquellos productos refinados, lights, pobres en nutrientes y ricos en almidón, así como la carne, que son más los perjuicios que los beneficios que genera.
Otro aspecto importante que necesitamos cambiar son nuestros pensamientos y emociones. Los médicos reconocen la existencia de las enfermedades psicosomáticas. Es necesario ir educando nuestra mente para tener pensamientos positivos, que nos permitan ver la vida de manera diferente, percibiendo los problemas como áreas de oportunidad o de crecimiento, y vivir con alegría, serenidad el presente.
Los inadecuados pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos y sobre los demás no nos permiten tener esta experiencia de vida plena y satisfactoria, porque nuestros miedos, resentimientos, egoísmos, nuestra falta de caridad, de tolerancia, nuestro enojo con la vida, nuestra falta de fe, y principalmente de amor nos hace sufrir, y la mayor parte de las veces desconocemos cómo podemos transformar esos pensamientos negativos, para crear nuevas sinapsis y hábitos que nos permitan dejar de sufrir por nuestros defectos. Así no sólo somos lo que comemos sino lo que pensamos y sentimos.
Re aprender a ver y oír lo bueno de la vida, es cambiar nuestras emociones, que al armonizarse también son un factor que nos predisponen a tener buena salud. Cuando se ve y se percibe la vida con amor, la salud es una consecuencia de esta actitud. Re aprender a amar, nos permite fluir con lo superior que en cada uno de nosotros existe, y nos lleva a realizar nuestro trabajo con conciencia de que lo que hacemos es al servicio de los demás.
Así, las escuelas de sabiduría se especializan en proporcionar herramientas para una transformación real en el desarrollo del ser humano, permitiéndonos transformar los defectos en virtudes.
Por todo ello necesitamos cambiar, para proporcionarle a nuestro cuerpo físico una alimentación sana y nutritiva, ejercitándolo para tener energía y fortaleza. A nuestra mente hay que reeducarla para que sustituya la percepción negativa que tiene de sí misma, de los demás y del universo, por pensamientos positivos que le permitan un desarrollo interior.
En resumen el ser humano necesita ser reeducado, para que sepa qué comer, cómo ejercitarse, qué nuevos caminos neuronales necesita crear para cambiar sus pensamientos y equilibrar sus emociones, y logre un desarrollo interior en el que acreciente sus virtudes, como la templanza, la justicia, la fortaleza, la caridad, la prudencia, la esperanza y la fe, para alcanzar una plena realización.


LIC. GPE. AMPARO VERDUGO PALACIOS
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