Es tiempo de vacacionar; sin embargo, los gastos de graduación, de múltiples festividades nos han dejado sin recursos suficientes para salir fuera, pero esto no debe ser un obstáculo para pasarla bien en casa, convirtiéndola en un SPA.
Podemos comenzar el día
friccionando nuestra piel, de manera circular, con un cepillo de cerdas
naturales, iniciando por el pie derecho, subiendo y bajando tanto por enfrente
como por la parte posterior de nuestro cuerpo.
Esta primera terapia nos permite eliminar células muertas, incrementar
nuestra circulación, y mejorar la oxigenación de la piel.
Después podemos pasar por todo nuestro cuerpo una toalla mojada en agua helada para retirar toxinas y sacar calor corporal, para posteriormente cubrirnos con una sábana y esperar por veinte minutos una reacción térmica, que primeramente nos relajará, tranquilizando nuestro sistema nervioso, y a su vez generándonos mayor energía.
Después podemos pasar por todo nuestro cuerpo una toalla mojada en agua helada para retirar toxinas y sacar calor corporal, para posteriormente cubrirnos con una sábana y esperar por veinte minutos una reacción térmica, que primeramente nos relajará, tranquilizando nuestro sistema nervioso, y a su vez generándonos mayor energía.
Podemos continuar nuestro
día de SPA ingiriendo un jugo de piña, apio y nopal, que mejorará nuestra
digestión, emulsificará grasas, nos ayudará a mantener en equilibrio los azúcares
en nuestro cuerpo.
Enseguida, sería muy
saludable realizar una caminata de quince a veinte minutos, la que pondrá en
movimiento todos los músculos de nuestro cuerpo, mejorará nuestro sistema
cardiovascular y equilibrará nuestras emociones.
Después podemos darnos
una exfoliación, utilizando azúcar mas miel, y un cepillo de cerdas naturales,
con movimientos circulatorios, poniendo especial cuidado en la parte posterior
de los muslos, glúteos, abdomen, para después retirar estos elementos con un baño
de agua natural, fresca, que además de vitalizar nuestro cuerpo, limpia
nuestras emociones y nos genera una sensación de alegría.
Sugerimos para nutrir
nuestro rostro, una mascarilla preparada con yogurt natural y avena, la que
dejamos por diez minutos, después enjuagamos, e hidratamos con aceite de oliva.
Podemos también nutrir
nuestro cabello, aplicando aguacate licuado, y dejándolo cinco minutos para
después lavarlo con agua natural, shampoo y acondicionador de nuestra
preferencia.
Enseguida podemos sugerir
hacer ejercicio anaeróbico, para lo cual podemos poner un cd de rock and roll o
salsa y bailar libremente de quince a veinte minutos.
También podemos hacer
estiramientos de nuestro cuerpo, gimnasia articulatoria, moviendo todas
nuestras articulaciones lo que fortalecerá músculos y liberará endorfinas,
generándonos una sensación de alegría.
Después del ejercicio
podemos hacer una relajación profunda, para lo cual nos acostamos boca arriba
en alguna colcha o tapete, con nuestros brazos a los costados, y comenzamos el
proceso de relajación, ordenándoles a cada músculo de nuestro cuerpo que se
relaje, que se suelte, que libere la tensión, y vamos poniendo nuestra atención
en la respiración profunda y pausada; nos imaginamos estar en un lugar en la
naturaleza muy agradable, como puede ser el mar, el campo, e imaginamos una
brisa sobre nuestro rostro, y nos repetimos mentalmente: “yo siento paz”, “yo
estoy en paz”, y en ese estado de relajación profunda permanecemos de cinco a
diez minutos, que tendrán como beneficio, como si hubiésemos dormido de dos a
tres horas, lo que además nos relajará, eliminará el estrés, y nos permitirá,
en la medida que hagamos esta relajación más veces, mejor concentración de
nuestros rayos mentales.
Al medio día podemos
elaborar una nutritiva y saludable comida, preparándonos una ensalada de
vegetales (lechuga, zanahoria, tomate, cebolla, pepino, brócoli, aguacate,
calabacita rallada), la que podemos aderezar con aceite de oliva y hierbas
aromáticas. Podemos preparar una rica
sopa de avena, para lo cual hacemos un caldillo de tomate al que licuamos ajo,
cebolla y una pizca de sal, que ponemos a cocer, añadiéndole las hojuelas de la
avena, agua, cilantro y cualquier otra verdura que nos apetezca. De guiso podemos preparar unas calabacitas
rellenas de queso panela en un caldillo de tomate, y así tendremos una
nutritiva, deliciosa y saludable comida, cuya elaboración no nos tomará más de
media hora.
Después de descansar, por
la tarde podemos continuar con nuestro día de SPA, recomendándoles tomar un
baño de asiento en una palangana grande, que llenamos hasta la mitad con agua
natural y nos sentamos por veinte minutos, lo que nos permite descongestionar
los órganos del bajo vientre, ayuda en problemas de hemorroides, y mejora
nuestra digestión.
Podemos finalizar nuestro
día de SPA, con un auto-masaje con aceites esenciales de lavanda, manzanilla o
melisa, iniciando por los pies, y siguiendo por las piernas, muslos, vientre,
brazos, cuello, cara, que nos relajará, y si además ponemos música clásica,
tranquilizará nuestras emociones y revitalizará nuestro cuerpo, hasta generar
una gran sensación de bienestar, tranquilidad y armonía con nosotros
mismos. Buen provecho y que lo
disfruten.
Tel. 217-3438