Los excesos en la alimentación de
diciembre provocan estragos en nuestro cuerpo; sobre todo se intoxica por la
falta de eliminación de los deshechos que permanecen en nuestro cuerpo,
generando desde irritabilidad, inflamación, gases gastritis, dolor de cabeza, y
por ello es muy saludable iniciar el año limpiando nuestro organismo, para que
tengamos una mejor asimilación de los nutrientes, más energía, y salud.
Si aunado a lo anterior, nuestros
hábitos alimenticios no son muy saludables, pues preferimos alimentos refinados
en lugar de alimentos integrales, crudos o con suficiente fibra, que nos
permitan un correcto funcionamiento de nuestro intestino grueso. Si a lo anterior le añadimos un estado
permanente de “estrés” y una
vida sedentaria se genera entonces una alta producción de toxinas y un mal funcionamiento del intestino.
Todo lo anterior incide en que
vayamos teniendo un intestino grueso perezoso, que poco a poco se va
intoxicando ante la falta de eliminación de los desechos e impurezas, que se
van acumulando, y esto resulta en una enfermedad. Nuestra digestión se vuelve pobre, los
nutrientes que debieran ser absorbidos a través de las paredes intestinales
hasta llegar al torrente sanguíneo, no llegan, y en su lugar absorbemos
toxinas, que se distribuyen en todo nuestro cuerpo e impiden la formación de
buenos tejidos.
Así, nos vamos intoxicando, auto
envenenando, y empezamos a sentirnos con falta de vitalidad, y mientras más, y
más se acumulen los desechos tóxicos, aparece en nuestras vidas el terrible
estreñimiento (más de la mitad de la sociedad actual tiene problemas de
estreñimiento), distensión del vientre, gases, colitis, divertículos,
hemorroides, bacterias nocivas, constricción, úlceras, adherencias, migraña,
mal aliento, mal humor, obesidad, debilidad del sistema inmune, etc. Si usted siente alguna de las anteriores
disfunciones es necesario que tome cartas en el asunto. Debe hacer un cambio en
sus hábitos alimenticios y en su estilo de vida.
Busque limpiar y desintoxicar su
cuerpo. Para ello le ayudará la
hidroterapia de colon (un colónico).
Esta terapia consiste en hacer circular agua en el
intestino grueso a través de una cánula de doble circulación enteramente
desechable, introducida en el recto, que permite la entrada del agua y su
salida con los desechos tóxicos de heces acumuladas. El agua es un disolvente
natural que logra una profunda eliminación de desechos y por ende la limpieza y
desintoxicación de los intestinos.
Durante la terapia, que tiene una
duración aproximada entre media y una hora, se da un masaje de abajo hacia
arriba en el lado izquierdo del abdomen, donde se localiza el colon
descendente; después se continúa por el colon transverso, y termina por el
colon ascendente, para lograr así una mejor limpieza del intestino grueso.
La irrigación del colon mejora la
salud, porque estimula nuestro sistema inmunológico, ya que la mucosa
intestinal es de vital importancia en los mecanismos de defensa inmunitaria;
además de la eliminación de desechos tóxicos, y a su vez la reabsorción del
agua y sales minerales. Después de la
terapia se toma un té de linaza, y se recomienda ingerir alimentos ligeros
(papaya, manzana).
La limpieza de colon es un método
suave que se recomienda cada dos o tres meses para mantener la limpieza de los
intestinos, y así asimilar los nutrientes, construir tejidos sanos, eliminando
las toxinas para mejorar la salud. Esta
terapia no se recomienda en problemas de úlceras intestinales agudas, cirugías
de colon viejas o recientes, perforación intestinal, tumor canceroso en el
colon, hipertensión sanguínea no controlada o hemorroides en fase aguda.
El intestino grueso es uno de los
departamentos sanitarios del cuerpo más
importantes y debemos mantenerlo limpio, de lo contrario, sería similar
a la catástrofe que ocasiona el que a una ciudad se le tape todo el drenaje y
alcantarillado. Así pasa con nuestro cuerpo, pues los desechos que debieran ser
evacuados se fijan en el intestino grueso por largos períodos. Se toxifican, se pudren, se fermentan y
reabsorben de nueva cuenta provocando un auto envenenamiento.
Para paliar lo anterior se utilizan
laxantes cada vez más potentes que lastiman las paredes del intestino.
Sin embargo, ingerir alimentos
integrales (no refinados) ayuda, por su alto contenido de fibra, a mejorar el
movimiento peristáltico de sus intestinos. También se recomienda beber
suficiente agua durante el día (al menos dos litros), pero no con los
alimentos, ya que disuelve los jugos gástricos e intestinales.
Procure comer cuando tenga hambre,
tranquilo, mastique los bocados varias veces (la saliva comienza a desdoblar
las moléculas), disfrute y saboree sus alimentos y piense que lo están
nutriendo.
Trate de ejercitarse; hágalo al
menos por veinte minutos con una caminata tranquila en un lugar arbolado. Todos
sus músculos se pondrán en movimiento y la energía estancada en su cuerpo
comenzará a circular, obtendrá una mejoría en su sistema cardiovascular, mayor
oxigenación y una agradable sensación de bienestar y alegría que le producirá
la liberación de endorfinas.
Recuerde que mejorar su salud es
cuestión de que se lo proponga, porque el cambiar sus hábitos alimenticios,
hacer ejercicio y pensar positivamente son cuestiones que sólo usted puede
hacer si así lo quiere. Decídase a vivir
más saludable y feliz.
AMPARO VERDUGO
Teléfono (662) 207-0701