Desde
tiempos inmemoriales el ser humano ha utilizado “la magnetita”, como elemento
terapéutico para recuperar la salud, así lo hicieron los filósofos griegos,
Platón y Aristóteles; Cleopatra la utilizaba en el entrecejo para conservar su
belleza y juventud.
El uso
terapéutico de los imanes en la actualidad tiene que ver con dos grandes
descubrimientos de dos brillantes científicos mexicanos: La Doctora Esther del Río que en 1986 prueba
la existencia en el ser humano de un cuerpo magnético o electromagnético, que
se conforma por macromoléculas de magnetita de ferroso-férrico, que como una red
existen al exterior de las células, y que tiene una corriente eléctrica y
electromagnética.
Y el Doctor
Isaac Goiz Durán, médico poblano, que en 1988, al estar atendiendo en su
consulta a un enfermo de VIH, utilizando un par de imanes con cargas contrarias
(- +), descubre de lo que denominó “Par Biomagnético” o conjunto de dos
cargas principales de polaridad contraria (negativo y positivo) que identifican
una patología, y que se forma a expensas de la alteración fundamental del
potencial de hidrógeno (PH) de los órganos que la soportan.
Dijo que al
aplicar por 15 ó 20 minutos dos imanes de polaridad contraria (negativo y
positivo) en el cuerpo humano, con carga superior a los 1,000 gauss, permitía
al organismo recuperar su nivel energético normal (NEN),
entendiendo éste como aquél que define los límites bioenergéticos en donde se
llevan a cabo todos los procesos químicos y metabólicos de las células, a una
temperatura de 37° grados centígrados, en una absorción electromagnética en el
orden de los 400 amstrong y de un PH (Potencial de Hidrógeno) neutro
(7.+3 ó
7.-3).
Que al
alterarse la neutralidad del potencial de hidrógeno, volviéndose ácido o alcalino,
según sea el proceso viral o bacterial, se distorsiona la bioenergética normal del
cuerpo.
Que dicha
alteración bioenergética, señala el Doctor Isaac Goiz Durán, obedece a la “Ley del
Todo o Nada”, porque existen fenómenos naturales que sacan a todo un órgano de
su nivel energético normal, y que la aplicación de imanes naturales de doble
polaridad (negativo y positivo), en el orden de los 1000 gauss “despolarizan” la
alteración, permitiendo al cuerpo recuperar su nivel energético normal.
Esta nueva
terapéutica es inofensiva, sin efectos secundarios, porque trabaja sobre el
cuerpo magnético o electromagnético a que se refiere la Doctora Esther del Río.
Su aplicación es sencilla, porque los
imanes se colocan sobre la ropa de la persona, en puntos específicos
descubiertos por el Doctor Goiz. Esta terapia es reconocida en nuestro país por
la Universidad Autónoma de Chapingo, y en el exterior por la Universidad de
Loja de Ecuador, así como por la Universidad Internacional de Oxford, que en
1999 otorga el grado de Doctor en Bioenergética al Doctor Isaac Goiz Durán.
Lic.
Amparo Verdugo Palacios
Tel. 207-0701